Nota de recomendación bibliográfica a un amigo (2006)

Nota de recomendación bibliográfica a un amigo

Joaquín Miras




Querido Alexandre: Primera entrega sobre la bibliografía (es mejor que te envíe este borrador y lo discutamos). Hay una cosa buena, estamos ante temas que apenas han sido reflexionados por una sencilla razón: surgen tras la última crisis de la izquierda -que comienza en los años 70- y que ha hecho desparecer las bases de la izquierda y los centros orgánicos de reflexión de la izquierda. A los que seguimos en pie dentro de la izquierda roja y "vivos", no ya insensibles por los puñetazos recibidos -con la cabeza más o menos viva a pesar de las varices en el cerebro que podamos haber desarrollado-, se nos ha cambiado la vista, donde antes oíamos ideas que nos resultaban de sentido común, ahora leemos cosas vacías de sentido, etc. Y la lectura de los clásicos que hacemos ahora nos sale distinta. Otra cosa: siento que tú lo que pides es que te propoporcione una bibliografía que te introduzca en tu propia aventura: tu propia aventura intelectual, y eso es difícil, porque la "segunda navegación", que se hace cerca de los escollos, de los problemas difíciles -el término "segunda navegación" es de Platón- se hace a ojo, según la opinión y experiencia del navegante y dura toda la vida. Lo siento así por empatía de experiencia.

Hago pues una primera tentativa y tú sobre la marcha de lo que leas y lo que te replantees, me vas diciendo; mientras yo pueda/sepa estoy a tu disposición para nuevas sugerencias de lectura.

Temas interesantes para reflexionar, porque antes de la bibliografía hay que situar qué problemas hay que reflexionar: La antropología filosófica. Cómo concibe Marx al ser humano. Creo que los Manuscritos de París de 1844, de Marx, son algo deslumbrante, con sus escasas 130 págs. Le puedes añadir el capítulo formaciones socioeconómicas anteriores al capitalismo, de los Grundrisse, que incluso está editado aparte con prólogo de Hobsbawm en Ed. Crítica y también en siglo XXI. Hay un texto corto de Gyorgy Markus, titulado Marxismo y filosofía. Las primeras treinta páginas (de 70, aprox.) son magistrales; la segunda parte incorpora la "evolución dialéctica de la historia en sentido bueno" -concesión a la academia húngara de los años 70-: la plasticidad del ser humano. Hay otro de Carol C. Gould, Ontología social de Marx, Ed. Fondo de Cultura. 

Otro tema: teoría de la cultura y la civilización. Teoría de la civilización desde el marxismo: la obra de E. P. Thompson es fundamental. El texto "La economía moral de la multitud en la Inglaterra del siglo XVIII" y el conjunto de textos con el que este se editó en castellano, "La sociedad inglesa en el siglo XVIII: ¿Lucha de clases sin clases sociales?, etc. (título general: Tradición, revuelta y consciencia de clase, Ed. Crítica) y su libro Los orígenes de la clase obrera en Inglaterra, donde se ve que desde una cultura se construye un proyecto y una clase, son muy valiosos. El libro de Pasolini Escritos Corsarios (Ed. Planeta, 1980) es muy interesante. Y el libro Conversaciones con Lukacs de 1969, Ed. Alianza (la primera es casi incomprensible por su deseo de sostener una Ontología [1], pero las otras cuatro, en que analiza la cultura del capitalismo, son muy buenas.

Sobre Aristóteles, una sorpresa es leer la Política de Aristóteles. Uno queda desconcertado por todo lo que sale ahí. Es la política como consecuencia de la lucha de clases y la democracia como poder de la plebe o demos (libros 3, 4 y 6, y en general), además de la idea del ser humano como ser naturalmente político-social, etc. Y luego está su Ética nicomáquea: un filosofar; según Aristóteles lo bueno es lo que en el ethos se considera bueno: la filosofía no pretende decidir lo que es bueno (sí lo intenta Platón) sino reflexionar para que tomemos consciencia, en tanto que saber segundo, sobre lo que en la cultura se llama bueno y lo es por lo tanto; claro como en el ethos hay debates y pugnas de clases, él a menudo critica a unas opiniones porque apoya otras; pero es un filosofar no sistemático (o sistemático solo entendido en el sentido de “rigor” intelectual, no como “Sistema filosófico”: “lo bueno es eso que se dice que es bueno en el ethos”). En esa obra está el análisis sobre el ser télico de la que todos tiran. Pero uno que explota a las mil maravillas este modelo de telos individual es Alexis Leontiev: Actividad, cosnciencia y personalidad, Ed. Cartago, México 1984; es un discípulo de Vigotsky, y creo que todos conocían que el modelo Marx era la teleología individual, del ser plástico social. De Leontiev hay otro libro en Akal, en el que junta diversos ensayos. Pero hay dos que son concesiones al régimen muy malos. El primero: la evolución de la naturaleza de lo simple a lo complejo: el Diamat sustituye a los científicos evolutivos –filosofía de la naturaleza-. El segundo: uno en que defiende que todo el mundo debe obedecer al partido, y cambia la teoría Vigostkiana-marxista-leontiev de que la praxis nos autoeduca por otra en que el partido nos educa, etc.

Sobre propiedad: los modelos de organización de la producción y el intercambio trabajados por Godelier y por el padre de la antropología económica Karl Polanyi. No son tanto ver las diversas formas en que funciona, por ejemplo, la propiedad privada en distintos conjuntos de relaciones sociales de producción –que me parece que es lo que tú pides- pero son muy interesantes: Maurice Godelier, Lo ideal y lo material, Ed. Taurus, 1990.

Comienza quizá por este: Karl Polanyi, El sustento del hombre, Ed. Mondadori, Madrid 1994, donde explica que en la humanidad hay mercados sin dinero, dinero sin mercados, mercados de sólo mercancías suntuarias, etc., es decir, donde todas las categorías que nos parecen universales en el espacio y también en el tiempo -historia- son historizadas; y descompone las ideas que vemos juntas en nuestras economías actuales –pero no lo estaban en las del siglo XVIII p.e.; él comenzó estudiando la economía de Aristóteles o los textos clásicos asiáticos caldeos antes de entrar en las culturas polinesias, etc.

Leer a Marx siempre es muy valioso, como se debe leer a un clásico, buscando respuestas a nuestro presente, desde nuestras dudas. Yo lo leí escribiéndolo en una libreta y así pude romper una lectura previa impuesta, lógico en mi generación (te saco 15 años); tengo muchos cuadernos de “copiado” de él. El libro de Ronseberg Democracia y Socialismo es muy valioso, porque muestra la continuidad de traditios.

Sobre axiologías de valor: Hipótesis sobre una teoría marxista de los valores de Agnes Heller, cuando era discípula de Lukacs, es útil. De ella misma la Sociología de la vida cotidiana, libro de casi 400 páginas, cuyas primeras 90 páginas son casi incomprensibles (lo he leído 4 veces, tres en seminario y sé de qué hablo. Se pierden “efectivos” en esas 90 páginas), pero es muy interesante para reflexionar sobre la teoría de la civilización y el papel del individuo dentro (todos estos húngaros tiran de Lukács, cuya Estética, libro uno, es: la vida cotidiana; el pensamiento cotidiano). Y su El hombre del Renacimiento, ambas de su época marxista, -ahora es liberal- y publicadas en Península. No es recomendable su Aristóteles y el ethos antiguo, de esa época, pero malo.

Hay temas de los que no se puede esperar bibliografía: sobre la ciudadanía desde óptica marxista; a parte de que Marx refirmaba siempre “ciudadano” en sus cartas. No ha habido preocupación por este tema, una vez se pierde la tradición, tras la comuna de París… Pero tampoco entre los liberales: ellos siempre han considerado esto un tema menor, aunque ahora mienten; para ellos el hombre es propietarista “por naturaleza” biológica, y todo en el hombre es “por naturaleza instintiva biológica” con lo que lo de la ciudadanía era una paparrucha que en todo caso no debía interferir en lo ordenado por la naturaleza, etc. Ahora dicen que Montesquieu era liberal y otras cosas así y que ellos siempre han tenido esas ideas: mentira. Ellos no eran republicanos. El republicano era Marx y Robespierre y el “renagado Rousseau”, etc: prioridad de la comunidad sobre cada individuo, que no alcanza a ser individuo y a desarrollar su persona sino dentro de la sociedad (idea que reitera Marx una y otra vez: la singularidad es fruto del desarrollo de la sociedad, y no al contrario) y no alcanza a singularizarse como tal si no es gracias a la sociedad, -no individualidad por naturaleza como sí afirma el liberalismo: el individuo, por el contrario, es una construcción social, es el desarrollo de la sociedad lo que permite al individuo liberarse de las ataduras de la naturaleza y ponerse a autoelegirse: la libertad frente a la naturaleza es previa; el acceso pleno a la sociedad y a sus recursos y bienes lo garantiza la ciudadanía: por todo ello hay que defender la comunidad que es lo que permite la Libertad del individuo, no como comunidad que mata individualidad- .

Llevo escritas bastantes cosas; esta es la tercera sentada ante este texto. Pero creo que mejor que seguir “mejorándolo” y haciéndolo cada vez más cerrado y quizá menos interesante, es mejor que te lo envíe en este estado y lo comentemos. Un abrazo





[1] Una nota de Joaquín Miras sobre esta cuestión: "La importancia del intento intelectual de Lukács en la ontología" (2006). (Nota de los editores)

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