Una aclaración sobre la idea de Hegel "El espíritu ha hecho su existencia igual a su esencia" (2022)

Una aclaración sobre la idea de Hegel

"El espíritu ha hecho su existencia igual a su esencia"

Joaquín Miras



4 de noviembre de 2022

Para entender el galimatías de una de esas expresiones, abstrusas prima facie, que Hegel repite: el espíritu ha hecho su existencia igual a su esencia o, dicho a la inversa, la esencia es autoidéntica con la existencia, etcétera.

Puede parecer una boutade, pero lo único que nos falta es, tan solo... 700 años de filosofía escolástica: los debates sobre los universales, sobre los trascendentales, sobre las interpretaciones filosóficas del realismo, el nominalismo, el conceptualismo, todos esos conocimientos que van incluidos en ese saber que planteo como el «necesario» para entender a Hegel: si el concepto está in re, o no, sino que está in subiectum, o... Si la relación significante-significado 1) es falsa, 2) es solo conceptual, 3) remite a una idea-forma platónica, o... 4) es solo relación significante-referente: ¡! 


«Tan solo»... Nos falta todo el debate escolástico sobre si tenemos una «essentia», una «quidditas» preexistente como «Forma», gracias a la cual cada uno de los individuos existentes tiene su ser prefigurado «por participación», tal como planteaba la síntesis aristotélico-platónica -que es la de la escolástica medieval más clásica,  hasta que llegan las nuevas interpretaciones árabes; o, si, como sostienen nuevas corrientes posteriores -Escoto, Occam... El debate con los anteriores...- y recoge y reelabora el gran Suárez, no existe tal essentia preexistente, y el ser humano es «causa libre» que se autopone en cada acto de autocreación o ex sistere,  o sea, en cada ponernos, o autogenerarnos, sin modelo alguno predeterminado, como existencias. 


En este caso, por lo tanto, lo que tiene prioridad ontológica no es la essentia-quidditas-esencia  sobre el ex sistere, esto es, sobre el stare ex, sobre el estar generado, el estar fuera, la existencia, ex-istir. Sino al revés,  es la existencia,  el ex sistere, el stare ex, el ponernos/crearnos mediante la autocreación de nosotros sobre nosotros mismos, sin patrón preexistente: eso, o esa, la existencia, es la que tiene prioridad ontológica sobre la esencia. 


Pues bueno: el ex sistere, el surgimiento de cada individuo o estar/stare/sistere - fuera/ex, en alemán del XIX, en Hegel,  es, se dice «erscheinung» o «phainomenon» - fenomenología, palabra creada a partir de palabra griega faino/φαινο: mostrarse, generarse, manifestarse poniéndose… Por tanto, lo que dice la frase del inicio, que es resumen de Hegel, es que él, como miembro de la traditio clásica escolástica, opta por una particular corriente de la misma: sigue, prosigue la corriente según la cual la existencia es la única esencia nuestra. Y, por tanto, su filosofía considera que estamos en constante autocreación de nuevas existencias nuestras, distintas de las anteriores. Que, por tanto, en ese ser humano que es autocreación práxica intersubjetiva, no hay nada estable, que sea persistente y permanentemente, que sea ser que es permanentemente, «essente», gerundio, un «siendo permanente»; es decir, lo que se denominaba essentia


Por el contrario, lo único estable es el sacar nuevamente, el aparecer perpetuo de nuevas maneras de existir -aparecer: erschein-ung, aparecer como producto nuevo puesto o creado sin patrón previo-; o sea, lo único permanente es el cambiar permanente. Ese es nuestro «trascendental» ontológico, que no percibimos intelectualmente mediante experiencia, porque nosotros, como individuos, cuando nos ponemos a pensar sobre el mundo, ya estamos acuñados por una u otra eticidad histórica concreta. Nuestro «trascendental» es el ser una constante erscheinung, ser un constante sacar de nosotros, ex novo, maneras concretas, históricas , de ser y hacer. No tener naturaleza prefigurada (no tener quidditas/ essentia) y ser por ello historicidad… Hegel, ecce homo


De ahí pueden concluirse nuevas preguntas filosóficas, y Hegel las concluye: cómo será cada nueva puesta de existencia, qué relación tiene con las anteriores… Y: si nos ponemos nosotros a nosotros mismos, cómo será el conocimiento con el que nos conozcamos; pues el conocimiento fijo no puede ser parte de una essentia preexistente que no existe -que no «hay»-, sino también creatio a cada ocasión... Por cierto, [A pesar de que, como hemos dicho antes...] que todas estas cuestiones escolásticas o procedentes de la escolástica, en las que se incluyen las de Hegel, proceden de la filosofía praxeológica de Aristóteles, de Aristóteles, padre de la praxeología, del filosofar, de la filosofía sobre la praxis en común. La praxeología nace en la filo de Aristóteles.... 


A partir de todo lo dicho, queda probado que no es, por tanto, una boutade mi afirmación inicial: que Hegel solo se entiende bien a la luz de la filosofía escolástica... O que Hegel se entiende cada vez mejor cuanto más filosofía escolástica se conoce; o cuando se conocen mejor los grandes debates escolásticos. Esa es «su lógica de proposiciones», sin la cual no se pueden leer los textos analíticos de lógica formal... 


Por cierto, el «etcétera» del principio de esta nota, el que he anotado al escribir que su esencia es idéntica con su existencia, o al revés -su existencia es idéntica con su esencia-, es, quiere decir, que somos el ser idéntico con nosotros mismos... ¡Pero!... de identidad «mediada», de identidad no idéntica: ¿?: Pues somos idénticos a cada etapa nuestra distinta. Y, ¿cómo podemos ser idénticos si a cada etapa somos distintos? Debido a que, a cada diversa forma histórica nuestra de ser/existir, que es distinta de la anterior y lo será de la posterior, somos iguales: ¿Iguales, iguales en qué? En que somos siempre igualmente el ser que se autocrea; nos autocreamos, como lo hicimos antes y como haremos después; en que siempre somos autocreación existencial, en que eso es lo idéntico y permanente... Historicidad. Somos idénticamente históricos siempre... 

  

Bueno, como se puede entender, este modelo explicativo sobre el ser humano que muestra que la historicidad es una característica ontológica del ser humano, tiene múltiples consecuencias, tanto para la praxis política como para el estudio de la sociedad. Historiografía no es diacronía. Pero esta nota no es el lugar para tratar esto último [1]. Lo importante aquí es señalar que entender la tradición filosófica escolástica, e incluir a Hegel en ese continuo de pensamiento permite entenderlo mucho mejor. O eso espero....



[1] Más sobre esta cuestión puede verse en otra nota disponible en el blog.

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